viernes, 9 de abril de 2010

LAS CONSTELACIONES FAMILIARES COMO FILOSOFÍA APLICADA - BERT HELLINGER

LAS CONSTELACIONES FAMILIARES COMO FILOSOFÍA APLICADA - BERT HELLINGER

Transcripción parcial de la conferencia pronunciada en el Seminario “Sanar y Soltar”

del 9-11 de Febrero 2004 en Garmisch Partenkirchen / Alemania. (está en estilo coloquial – grabado en vivo durante la conferencia)

Cuando observo cómo se han desarrollado las Constelaciones Familiares, desde el primer libro que editó Gunthard Weber,y cómo se extendió todo, no solo aquí, sino también en otros países, de una manera que a veces nos corta el aliento, percibo, cómo detrás de este movimiento, actúa una fuerza poderosa, algo bueno, que nos ha tomado – a mí y a Uds., a su servicio.

Por eso, lo que estamos haciendo, independientemente de aquello que imaginamos que estamos haciendo... bueno, lo que quiero decir es: este movimiento nos arrastra, irresistiblemente. Nadie lo puede detener. Esta fuerza es difícil de resistir…. Y aquellos, que desde su pequeña mente piensan que siempre tienen que dirigir todo, no lo entienden. Pero también ellos están al servicio de este gran movimiento, porque, esta es mi convicción y se corrobora cuando miramos las cosas como son, lo divino o la potencia primaria, esa fuerza que mueve al mundo, quiere el conflicto.
Solo nosotros anhelamos la eterna paz en un reino de ilusión, donde nos saciamos y nos quedamos inmóviles, estancados. No, lo creativo está siempre en movimiento contra las resistencias. Recién ante las resistencias lo viviente gana su pleno potencial.

Cuando me entero de cuántos variados talleres son ofrecidos en este seminario por tantos colegas de larga experiencia, pienso: maravilloso, cómo todo se ha desarrollado. Cada uno aporta al Todo algo muy especial. Sólo por esta plenitud, este caudal de diferencias, los muchos que colaboran con su experiencia personal y con sus enredos personales, como también con sus capacidades y sus limitaciones, las Constelaciones Familiares se están desarrollando con una riqueza extraordinaria. Ahora estoy pensando:”soy uno entre tantos, que también trabajo con esto”.

LAS CONSTELACIONES FAMILIARES COMO PSICOTERAPIA.

Ahora quiero decir algo sobre las Constelaciones Familiares desde mi experiencia. Cómo se han desarrollado y cómo sigue este movimiento. Al principio las Constelaciones Familiares eran una especie de psicoterapia. Las ofrecíamos en el marco de la psicoterapia para personas que estaban buscando psicoterapia. Muchas veces eran personas enfermas de cuerpo y alma. Las Constelaciones Familiares les ayudaban. Desde nuestra formación psicoterapéutica aportábamos nuestra actitud y ésto le dio un sello especial a las Constelaciones Familiares desde un comienzo.
¿Cuál era nuestra actitud? Se basaba en la suposición: aquí está un cliente que es un necesitado y allí está un terapeuta, que le puede ayudar. Este se preparó con diferentes métodos y ahora conoció las Constelaciones Familiares y las aplica con el concepto de la psicoterapia. No como terapia individual, sino con un enfoque de terapia familiar. Y nosotros, como terapeutas, hacíamos algo. Fuimos entrenados para hacer algo, intervenir según nuestros conocimientos.

Así configurábamos también las familias. Pedíamos al cliente que eligiera y configurara representantes, luego interveníamos según nos parecía oportuno de acuerdo a nuestras formaciones anteriores y según lo que aprendimos de Ordenes del Amor y los vínculos dentro del Sistema Familiar, con el propósito de encontrar una solución. Primero mirábamos el problema y después buscábamos una solución. Ésto fue de mucha bendición.

CAMINANDO CON EL ALMA

Luego se manifestó que los representantes tenían una función más importante de lo que suponíamos en un principio. Se pudo observar que los representantes estaban en un contacto muy inmediato con un campo más amplio y pudieron desde allí traer a la luz algo, que iba más allá de lo que habíamos descubierto como Órdenes del Amor. Los representantes pudieron hacerlo, siguiendo un impulso que los ponía en movimiento. De pronto estábamos confrontados con situaciones nuevas y con movimientos nuevos. Estos movimientos muchas veces contradecían nuestros conceptos preconcebidos.

Algunos entonces sentían la necesidad de interrumpir tales movimientos, en vez de esperar y observar lo que se iba manifestando. Pasó cierto tiempo hasta que pude darme cuenta – estoy hablando de mí ahora – que si yo soporto la espera y me abro a lo que se muestra, llego a profundidades que superan de lejos cualquier psicoterapia. Estoy de pronto en contacto con fuerzas del destino ante los cuales me siento impotente.
De pronto vemos, por ejemplo, que alguien es atraído fuertemente hacia la muerte. ¿Qué hacemos entonces? Ó alguien se siente culpable de la muerte de otro. ¿Con qué método aprendido de la psicoterapia podemos intervenir aquí? ¿Ó estamos llegando a un límite en nuestros intentos de ayuda donde el “no hacer”, el ”soltar” se hace imperante?. Donde, recién cuando dejamos de actuar, comienza la auténtica ayuda.

Una nueva fuerza toma la conducción. Yo me entrego a esa fuerza, y de repente me doy cuenta si tengo que intervenir, hacer algo y qué es lo que tengo que hacer. Aún cuando en un principio parece absurdo. Pero yo voy con el movimiento, y entonces se muestra, se despliega algo, que de ninguna manera se podía prever.
Bueno, esto va más allá de la Terapia Familiar y más allá de toda terapia. Lo que comenzó con las Constelaciones Familiares se transforma en un Caminar con el Alma. ¿Cuál alma? No con la propia, no con la del cliente, ni con la del representante, sino con el alma que actúa en todos al mismo tiempo.

Cuando llegamos a una sintonía con aquella alma, sentimos paz. Nos hemos detenido frente a lo inconmensurable y este “inconmensurable” se nos acerca en el resultado.

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